La cultura del úselo-tirelo se encuentra naturalizada en el contexto social actual. Basada en el consumismo y el materialismo, la obsolencia programada es la determinación por parte del fabricante de la vida útil de un producto que circula en el mercado. Esta vida útil no esta determinada por cuestiones tecnológicas, sino que al igual que los alimentos, tienen "fecha de caducidad" definida por el fabricante.
Esta conducta incorporada es llevada inconscientemente al ámbito de las relaciones humanas, lo que nos conduce a la siguiente pregunta: ¿estamos considerando obsoletas a las personas?
Día a día, el hombre se desenvuelve en distintos ámbitos, y en cada uno de ellos establece diferentes tipos de relaciones con las personas que lo rodea.
En el ámbito laboral, se presenta una situación que preocupa a los trabajadores. "Ahora no existe el mismo respeto que antes entre jefe y empleados. Los jefes se toman atribuciones que no deberían. El mío era un trabajo muy complicado, fomenta la cultura del consumismo. Si no despiden a los empleados estos se van, porque se saturan, son muy presionados. Son como máquinas. Además, mi trabajo dependía un 100% de mi físico. El poderoso se enriquece, y el trabajador se cansa", expresó Guadalupe Garlatti, ex empleada de una sucursal de comida rápida.
Las relaciones de amistad también cumplen un rol importante en nuestra vida, y así lo afirmó Lourdes Palencia, estudiante de 17 años: "las amistades dependen de los valores y la formación que tenemos desde que somos chicos. Tenemos que saber respetar las diferencias en el otro y así establecer un vínculo sano". Luego agregó: "a veces ciertas personas son amigas de otras por interés e intentan manipularlas sin preocuparse por sus problemas y necesidades. Están ahí, sólo en el momento."
En las parejas
Otro elemento esencial en la vida es el amor. Sin embargo, las percepciones en pareja empiezan a basarse en el placer instantáneo y dejaron de buscar la trascendencia. "Las relaciones cambiaron con el tiempo. Actualmente carecen de compromiso, empatía, valores, respeto. La contención familiar, factor que influye en el desarrollo de los jóvenes, es poca y nula, porque los tiempos cambiaron: los padres trabajan todo el día y disminuye el diálogo padre-hijo. Esto no sólo se ve en los jóvenes, sino en matrimonios y parejas adultas", afirmó la profesora y madre Cecilia Martínez.
Para mejorar el análisis de la situación, consultamos a un profesional que sea capaz de brindarnos su visión de la temática. El Licenciado en Psicología Arturo Gómez López, nos dijo: "la cultura del úselo-tírelo empezó a manifestarse hace aproximadamente 20 años, con el comienzo de la etapa de sobrevaloración de la estética en las personas. Comenzó a considerarse normal la cultura de lo 'lindo' y el costo social que conllevó fue el aumento en el numero de casos de adolescentes anoréxicas y bulímicas. Estos mismos criterios se trasladaron a las relaciones humanas y se cambiaron los procesos de armado de los vínculos sociales, otorgándole cierto desmedro a algunos contenidos esenciales."
Luego, agregó: "antes había mucho más compromiso al momento de iniciar una relación con otra persona, habiéndose estas conocido previamente. Eran importantes los valores, y la religión jugaba un papel muy importante en la familia. El esquema familiar era otro también, los padres tenían mucha autoridad y eran poco cuestionados, y las madres no trabajaban para educar y dedicarse a sus hijos. Los padres creaban conciencia de grupo, y eso es algo que se perdió en la actualidad. Se perdió el sentido del bien común. La empatía cuesta, se siente como un esfuerzo, la gente se pregunta ¿quién garantiza que el otro hará algo por mí?."